martes, 13 de enero de 2009

La importancia de leer puede verse en la cantidad de libros y cuentos prohibidos y desaparecidos por el poder de los tiranos.

La ultrabomba de Mario Lodi y El pueblo que no quería ser gris de Beatriz Doumerc y Ayax Barnes eran cuentos que habían desaparecido pero gracias a Ana Cuevas de Unamuno y Manuel López los hemos vuelto a leer y los queremos compartir con todos:

La ultrabomba - Mario Lodi

En su fábrica patrón Palanca hacía bebidas con los residuos del petróleo. Pero nadie compraba esas bebidas porque eran negras y hacían venir dolor de barriga.
Entonces inventó una linda publicidad para convencer a la gente.
“Una bebida de Rey para la mamá, el papá y para vos.”
Y él se hizo rico, muy rico, casi como el rey.
Los ricos son siempre amigos de los reyes y también patrón Palanca se hizo amigo.
Una noche fue a cenar a su castillo y le dijo: “¡Hagamos una gran guerra! Yo te construiré la ultrabomba y vos me darás cien ultramillones. Yo seré el más rico del mundo y vos el rey de toda la tierra”.
“Bien”, dijo el rey. “Pero ¿cómo hacemos para convencer a la gente que haga la guerra por nosotros?”.
“Me encargo yo”, dijo patrón Palanca. Se hizo jefe de la televisión e hizo un noticiero lindo como la publicidad y todas las noches decía: “Es lindo combatir y morir por mí y por el rey”.
Y la gente creía en sus palabras mentirosas como bebía sus bebidas negras.
Mientras tanto patrón Palanca en su ultrafábrica nueva construía la ultrabomba, los aviones, los tanques, los fusiles, y todo lo que se necesitaba para hacer la gran guerra. Y le vendió todo al rey por cien ultramillones.
El día de la guerra la gente, en la plaza, miraba en la pantalla de TV al rey y al general Palanca. El general decía: “La guerra ha comenzado. Dentro de poco verán al avión que desengancha la ultrabomba sobre el enemigo que no sabe nada. Nosotros somos los más fuertes y venceremos. Viva yo y viva el rey.”
El avión había llegado sobre la ciudad más grande del mundo. El general ordenó: “¡Tirá la ultrabomba!”.
El piloto miró hacia abajo y vio los chicos que jugaban. Y pensó: “¡Si desengancho los mato!”.
Y volaba, volaba sobre la ciudad que brillaba al sol. Y no obedecía.
—¡Tirá la ultrabomba sobre el enemigo! —gritó el rey enojado.
El piloto volaba y decía:
—Sólo veo chicos y gente que trabaja... el enemigo no lo veo... el enemigo no está.
El rey el general gritaron:
—¡Son ellos el enemigo! Desenganchá y destruilos”.
Pero el pueblo y los soldados gritaron todos juntos:
—¡NO!
Gritaron tan fuerte que el piloto los escuchó. Entonces regresó, voló sobre el castillo y le dijo al rey:
—¡La bomba te la tiro a vos!
El rey y el general escaparon, y desde ese día comenzó otra historia. En toda la tierra, una historia sin guerra.

Texto: Mario Lodi.
Ilustraciones: I. Sedazzari
Traducción y Supervisión: Augusto Bianco.
Biblioteca di Lavoro. Editorial L. Manzuoli, Florencia, Italia.
Rompan Fila Ediciones, 1975
Buenos Aires, Argentina

1 comentario:

cocomacho dijo...

hola este cuento lo ando buscando hace mucho, lo conozco por comentarios, esta completo? saludos